Siempre ha sido un dilema qué metodología seleccionar para comenzar un proyecto de desarrollo de software, ya que son tantas la variedades que es una ardua tarea seleccionar la apropiada, y en la mayoría de los casos después de iniciado el proyecto nos damos cuenta que no seleccionamos la adecuada. Desde hace muchos años he oído hablar de UML, casos de uso, diagramas de secuencias, RUP, etc, etc y es importante mencionar que una cosa es la metodología(s) para el seguimiento/realización del proyecto y otra cosa es la metodología(s) y/o arquitectura de la aplicación/producto a realizar porque al principio solemos confundir esto.
Al inicio de mi carrera, cometí los errores que todos cometemos como por ejemplo desarrollar sobre la marcha sin ninguna metodología de seguimiento y control, sin las herramientas necesarias para ello, con el tiempo uno empieza a indagar y sobretodo a “googlear” y empieza a seleccionar metodologías o esquemas de trabajo que formalizan todo este proceso de seguimiento, pero son ¿adecuadas estás técnicas que seleccionamos?.
El desarrollo de software moderno implica rapidez y precisión, por lo que ciertas metodologías están quedando atrás en esta carrera (RUP, EUP, RAD, etc.), ya que implican un grado tan estricto de cumplimiento de actividades que finalmente toma más tiempo realizar actividades de la gestión del proyecto que del proyecto como tal. En este sentido han surgido otros mecanismos, metodologías, patrones, etc. denominados “ágiles” (AUP, XP, Scrum, etc.) en donde los pincipios básicos estan expuestos sobre el siguiente manifiesto.
Si decidimos utilizar una metodología ágil o las estamos usando desde hace poco, recomiendo seguir al pie de la letra los pasos o procedimientos de dicha metodología y cuando se tenga un nivel de uso más elevado empezar a optimizar estos procedimientos o pasos para ir ajustandolos a nuestras necesidades y así evitaremos un posible desastre en el proyecto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario